martes, 22 de junio de 2010

La Reforma Laboral

Parece ser que ahora la pérdida de derechos adquiridos se extiende al conjunto de los trabajadores. Si el "tijeretazo" a los funcionarios fue el primer aviso, ahora nos "sorprenden" con una reforma laboral de más calado de lo que a simple vista pudiera parecer.

Es evidente que los trabajadores de este país debemos haber cometido un delito muy grave, ya que por parte de quienes nos gobiernan (y de quienes manejan a éstos) se han empeñado en hacernos desaparecer, hasta llegar a convertir en una especie en extinción a aquel afortunado que aún conserve un puesto de trabajo "digno".

No quisiera parecer que hago uso de la demagogia si afirmo que la parte más débil de la sociedad se está viendo "pisoteada" y "vilipendiada" por quienes ven pasar la crisis desde sus amplios despachos de vistas panorámicas. Aquellos gurús directivos de sociedades de inversión, bancos y entidades especuladoras varias, que no tuvieron escrúpulos en llevar a la quiebra al sistema financiero y económico mundial.

Tampoco parecen muy afectados aquellos dirigentes políticos que consintieron (y participaron) mediante el ejercicio de ese dicho tan español del "ande yo caliente..." que elevaron la dudosa habilidad del "mirar para otro lado" hasta los límites más insospechados.

Pues no, al final siempre terminan pagando los mismos, el "currito" de a pié. Pero tranquilos, con la reforma laboral todo se arreglará, no sea que algún empresario no pueda "soltar lastre" (reduciendo plantilla) y tuviera que malvender el yate o el chalet en Ibiza. Despido barato, ¡sí señor! 20 días por año, de los cuales el FOGASA se hará cargo de 8. Pero, ¿nos damos cuenta del "efecto llamada" que esto puede producir?

Hace unos días, despedir a un trabajador suponía 45 días por año de indemnización (que no era precisamente mucho), pero ahora... ¡el empresario pagará sólo 12 días!, eso sí, únicamente para nuevas contrataciones indefinidas. Aun así, en el peor de los casos, para despedir al resto de los mortales (los que ahora tengan contrato en vigor) supondrá sólo un desembolso de 20 días por año, ya que con la nueva redacción dada a los artículos 51 y 52 del Estatuto de los Trabajadores, justificar un despido por causas económicas es tan sencillo como afirmar "que estamos en crisis" (algo que todos sabemos) o que el volumen de ventas en la empresa ha bajado (cosa generalizada para todos los sectores productivos).

En fin, parece que esa es una buena gestión de la crisis. Salvemos al empresario y quebremos el sistema público de prestaciones sociales. ¿Podría soportar el sistema, y por consiguiente el enorme déficit estatal, una avalancha de demandantes del subsidio por desempleo?

Pronto lo veremos... eso sí, tendremos un sistema bancario muy saneado. y con la maxima calificación AAA+... salvo "corralito", claro.

Saludos enmascarados

sábado, 22 de mayo de 2010

El Tijeretazo

Menuda tormenta está cayendo ultimamente. A la crisis económica, al número de parados, a la atmósfera de pesimismo generalizado... ahora sumamos un recorte en las prestaciones y en los salarios de los empleados públicos.

Procuremos no ser demagogos y recurrir al discurso fácil de achacar una supuesta insolidaridad, un egoismo exacerbado, el pensar que el problema no va con ellos por aquello de tener el puesto de trabajo asegurado, etc... nadie se acordó de mejorarle las condiciones económicas a los funcionarios cuando un alicatador ganaba 3.000 euros mensuales. ¡Ya está bien!. Los funcionarios nunca protestaron por esa situación, y pagaban religiosamente "a precio de mercado inmobiliario" la mano de obra del "chapuzas" de turno, la hipoteca, los préstamos, etc... sin poder (en la mayoría de los casos) permitirse los dispendios de esos "nuevos ricos" ahora caidos en desgracia.

Vereis, en su dia sólo pude adquirir una vivienda de poco más de 70 metros, porque era lo que mi salario de funcionario me permitía, y ahora, en plena crisis, la puedo seguir pagando. Conozco quienes se cambiaron de vivienda "a lo grande", y ahora no saben que hacer con su pareado de 150 metros cuadrados, y 100 más de parcela. Aquellos a quienes las hipotecas de 1.500 euros (que entonces le parecieron baratas), ahora les ahogan.

Los funcionarios no tienen la culpa de la crisis, la tienen unicamente unos dirigentes que permitieron crecer la burbuja inmobiliaria (por la permisividad con el fraude urbanístico) y quienes han gestionado nefastamente la crisis económica (y que no la vieron hasta que se les cayó encima).

Ahora, a estas alturas, no es justo que la crisis se solucione con recortes a aquellos quienes menos culpables son de la situación. Cada palo debe aguantar su vela, y los Empleados Públicos (que no sólo los funcionarios) tendrán que seguir sobreviviendo... ya llegará una nueva época de bonanza, y como siempre, se quedarán al margen de ella, recogiendo las migajas.

Saludos enmascarados.